viernes, 29 de agosto de 2008

Puedo

¿No habéis tenido nunca la sensación de impotencia que produce no llegar a todo lo que os gustaría, de no poder hacer todo aquello que alguna vez habéis deseado? Una vez asumidas nuestras (infinitas) limitaciones, sólo puede quedar soñar con lo que nunca podremos hacer. E ironizar incluso con ello...

Puedo

Puedo detener el despertador
Pero no parar la luz del sol
Entrando por mi ventana
Radiante cada mañana

Puedo escuchar una canción
Pero no crear en mi corazón
La más bella melodía
Que jamás escuchar podría

Puedo comprar un diccionario
Pero no tener el conocimiento
La experiencia acumulada
Con el bagaje en mi espalda

Puedo pagar un billete de avión
Pero no volar con mis alas de cartón
Puedo hacerlo con mi corazón
Saltar de lado a lado sin vacilación

Puedo tener entre mis manos
El agua del mar, sumergirme en él
Pero no entender la creación
Del aire, la lluvia, el sol y la piel

No tienes perdón

Este es un poemilla de reciente creación, dedicado a todo aquel que ejerce lo que se llama violencia machista. Nunca he entendido cómo se puede maltratar lo que nos da la vida, lo que le da sentido al caminar diario por duro y árido que este sea. Parece que nos hemos acostumbrado a ver estos casos a diario en los medios de comunicación, pero yo no me acostumbro. Me rebelo contra eso, y esta es mi forma de mostrar mi rechazo a esta situación.

No tienes perdón

Piensas que estás en tu derecho
Para hacer cosas de valor nimio
Que todos bajo tu techo
Deben plegarse a tu dominio

Crees que dominas su cuerpo
Su mente, su alma y su vida
Que debes marcar el terreno
Con sangre de sus heridas

Dices que sólo tú sabes
Lo que conviene a tu otra mitad
Que sólo tú tienes la llave
Que nadie más por ti decidirá

Nunca has visto, sin embargo
El miedo en sus ojos por la mañana
El odio metido en alguien tan dulce
La mirada perdida hacia la ventana

No crees que tengas que alejarte
Tú dices que sabes lo que le conviene
Lo que tú no sabes es cómo pararte
Deja de humillarla, que vienen los nenes

No busques excusas para tus hazañas
No tienes perdón y ya a nadie engañas
Aléjate, deja de provocar sufrimiento
No ves su dolor, no escuchas sus lamentos

No tienes perdón, no te creas superior
Por ser tan cobarde con tu otra mitad
No sientes dolor, no tienes corazón
No ves más allá de tu mediocridad

Hoy es mi cumpleaños

No es que hoy haya completado un año más, sino que ese es el título de uno de los relatos de "Las telarañas del desván". Lo pongo aquí para que quien quiera pueda echarle un ojo y, si le gusta y así lo decide, se pase por mi pequeña tienda en lulu.com. Tan pequeña que sólo tiene dos artículos por el momento... Echadle un vistazo y ya me contaréis. Os podéis descargar el archivo en http://www.4shared.com/file/60902042/90f1b699/Hoy_es_mi_cumpleaos.html
Gracias de antemano!

miércoles, 6 de agosto de 2008

De regreso a la alegría

De regreso a la alegría
Me dijo una lectora de mis "Sueños vetados" que tratase de escribir cosas más alegres. Aunque soy de la opinión de que se hace mejor cuando se está fastidiado, lo cierto es que estoy contento con mi vida, en términos generales, y eso se debe notar en los textos. Ahí va este, más optimista y menos crítico que otros.

De regreso a la alegría

Mucho tiempo penando, llorando por las esquinas
Demasiado tiempo con lágrimas en la mejilla
El azul era oscuro, la claridad no existía
Ahora cojo el tren de regreso a la alegría

De disfrutar las pequeñas cosas que la vida
Regala con su factura, ofrece por las esquinas
Ahora toca regalarme los oídos cada día
Ya terminó padecer, sufrir, vuelvo a la alegría

Veo y siento los colores al pasar por el camino
Si los percibía oscuros, ahora los llevo muy dentro
Ha cambiado mi sentido, ha virado mi destino
Hay sonrisas y cariño donde sólo hubo lamento

La luz alumbra el camino sin llegar a deslumbrarme
Ni tan siquiera la lluvia consigue ya molestarme
Moja mis entrañas, me inunda de sensaciones
Que yo creía perdidas, en perpetuas vacaciones

Vacaciones sin sentido, tan vacías de emociones
Cotidianas desventuras que perpetuas parecieron
Pero vi llegar el tren de destino a la alegría
Me subí en él sin saber qué destino llevaría

Sigo haciendo el recorrido, sigo haciendo mi camino
Sigo disfrutando el viaje rumbo a lo desconocido
Sin un destino marcado de regreso a la alegría
Disfruto como un enano cada instante en esta vía